JUEGO SIMBÓLICO, LENGUAJE Y
FONOAUDIOLOGÍA
Por: Néstor Antonio Pardo Rodríguez.
Terapeuta del Lenguaje /
Fonoaudiólogo
whatsapp +591 68990051
Cada vez se ve jugar menos a
los niños en el hogar y en el jardín infantil. La televisión, el computador,
los juegos electrónicos o la vida típica de los llamados "niños de departamento",
están espantando la movilidad y creatividad. El juego no puede ser visto como
una simple sumatoria de acciones inconexas o desvinculadas de la realidad. Los
niños crean reglas, ambientes, juguetes y situaciones de juego, pero además,
introducen modificaciones a los mismos y generan situaciones en las que se
puede repetir y recomenzar cuantas veces se quiera, sin correr el riesgo de ser
sancionado por cometer errores.
La interacción de los padres
con el niño, en el hogar, es el punto de partida para su formación como sujeto
social, capaz de comunicarse, participar realmente y de acuerdo con sus
posibilidades en el medio social, cooperar, construir conocimientos y
expresarse libre y creadoramente. Educar en este contexto, supone facilitarle
al niño experiencias e instrumentos variados, cada vez más ricos y complejos,
para que construya aprendizajes realmente significativos, de acuerdo a su nivel
evolutivo y al contexto sociocultural en el que vive.
Los niños pequeños tienen un repertorio limitado de
situaciones y personajes que pueden imitar. No vienen con un programa interno
de cómo jugar, cosa que creen muchos padres, por lo cual inicialmente es
necesario ayudarles a recrear personajes y situaciones. El adulto debe ser el
modelo, para lo cual el Terapeuta del Lenguaje / Fonoaudiólogo proporcionará
pautas de la forma en que éste puede proponerle nuevos personajes y contextos
con los que se puedan identificar y estimulen el juego simbólico.
El juego simbólico es uno de los elementos
más importantes en el desarrollo del niño y eje fundamental para el lenguaje,
la capacidad cognitiva y la socialización. Esta actividad consiste en la
imitación o reproducción de situaciones de la vida diaria, utilizando objetos
semejantes o no a lo real, dándoles un valor simbólico. Es decir,
representando hechos o situaciones supuestas, o dramatizadas, a través de
juguetes. Es el “hagamos de cuenta como si fuera”, transformando cualquier
objeto en lo que imaginemos o necesitemos en el momento, como un cubo de
plástico en un auto, o una cuchara en un avión.
Este tipo de juego aparece a los dos años de edad y
sigue desarrollándose durante la infancia hasta los seis y siete años. Permite
al niño crear representaciones mentales del mundo que le rodea ya sean
reales o imaginarias, permite expresar las emociones a través de los
personajes o roles asumidos, desarrolla la imaginación y la creatividad,
facilita la conversación entre iguales y favorece el proceso madurativo para
poder comprender y resolver los problemas del entorno que le rodea.
Es un importantísimo instrumento de
estimulación del lenguaje ya que despierta la necesidad del niño para
comunicarse, pasando de frases sencillas a estructuras más complejas donde
puede expresarse y participar con mayor eficacia haciendo uso de canciones, rimas o expresiones copiadas del
adulto. A la vez, implica importantes mecanismos y procesos cognitivos como la
coordinación de esquemas de comparación de objetos y personas, analogías y
recuerdos de experiencias que ponen en funcionamiento las habilidades motoras y
comunicativas.
El juego simbólico en su inicio se desarrolla de
forma individual y progresivamente se va transformando en algo colectivo, adquiriendo
más dificultad mediante diversas combinaciones simbólicas. En un primer momento
el niño comparte su juego con los padres, pero más adelante comienza a
disfrutar jugando con sus coetáneos. En este punto son capaces de establecer
una meta común y ciertas normas del juego. Poco a poco, el juego simbólico se
complejiza y se hace grupal, por lo que pasa a ser un proceso de socialización
propiamente dicho. Este cambio se produce a los 4 o 5 años, edad en la que el
niño ya tiene las herramientas necesarias para compartir el simbolismo del
juego con otros pequeños.
Es importante, entonces, asegurarse de tener a mano
elementos para producir juegos de roles, tales como animales de la granja,
autos, aviones, o kits de profesiones (médico, bombero, cocinero, etc). El
Terapeuta del Lenguaje / Fonoaudiólogo orientará a los padres y otros integrantes de la
familia sobre el tipo de juguetes adecuado para la edad y nivel de desarrollo
del niño.
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